Tuesday, August 15, 2006

Je suis revenue...I guess

Ahora debería ser domingo a las diez y media de la mañana. Entonces podría decir sin miedo que he tardado 47 horas y media, en realidad cuarenta y ocho desde que salí del hotel, en llegar a casa (a alguna casa). Porque mi iPod murió, pero Calamaro sigue sonando.
La gente en la estación tenía demasiada prisa y destruía sus historias con fugaces Hasta luegos y Llama cuando llegues llenos de miedo. Así que decidí construir mi propio mar, con sabor a despedida, del lado de la playa desierta que desde octubre puebla la penúltima página del periódico….y nadie construyó una historia para mí. Metal de número atómico 40, 8 letras….y empezaron a pasar los segundos hacia delante primero, bailando en espiral después.
Sin poder dejar de pensar en despedidas, en sentirme parte de un todo, una ciudad, un ritmo, un grupo (y dejamos a la derecha Notre Damme, cruzando el Sena, y dejamos atrás los tranvías y ciudades embrujadas y encajeras eternas).
Y llegué a casa, sin el ruido acompasado del vagón, sin ganas de llorar, sin que quedaran escaleras que subir. Llegué a una comida sin guarnición de patatas fritas, sin fuerzas para nadar

1 comment:

pqueno said...

como recuperar fuerzas sin patatas fritas??

abrazos ausientes desde el norte