Me he reducido a la mínima expresión. Y este blog forma parte de ella.
Forma parte de mí.

La foto del título, es la foto de las nubes de Delft, que hice expresamente pensando en el blog, una mañana de junio del año pasado, cuando recorrimos los Países Bajos (Más concretamente Holanda) en menos de 24 horas.

Es en Delft, porque es Vermeer, y porque Vermeer es luz, y la luz del Norte, al ser tan esperada, siempre tiene algo de mágica. Y siempre hay nubes, y siempre hay lluvia, y campos verdes y señoras vendiendo flores.

A veces la vida es una puta mierda.

I owe you something.

So when you said I would miss you
I hoped it wouldn't be so quickly.


Así que te pido perdón, por haber perdido mis cimientos,
perdón por las llamadas, las miradas perdidas.

Porque ni tejado, ni pilares.
Ni Norte ni Sur. Porque siempre es éste o éste.

Y ni siquiera así soy capaz de explicártelo.
Que me falta el tiempo, que he estado de viaje un mes, y he vuelto, y mi cuerpo.
Porque quizás hoy habría sido capaz de abrazarte.

Et manger des fourmis. Tu sais.

A

Nadie más que yo querría estar dentro de tu beso.

Tus ojos de pájaro y cómo tus palabras son largas.

Tu sonrisa cálida, extrañada.

Anotando mis ausencias. Incluso estando así de cerca.

Y sin embargo,

A Daniel, que ha elegido hoy para nacer.

Quien quiere nacer tiene que destruir un mundo
Herman Hesse

Han pasado 74 años desde aquel once de marzo.

O son seis.
O son 5.
Han pasado ocho horas.

Gracias por venir a alegrar el calendario,
y vernos sonreír.

- ¿Alguna patología o anomalía que señalar?
- No, o bueno, sí. Pero son tantas que no querrá usted que empiece.

Seat Toledo blanco

He perdido toda clase de control sobre mi cuerpo.
Mi cuerpo ya no es mío, vaga sin dueño, sujeto de vez en cuando a los caprichos de mi mente, que quiere ponerse a bailar, y claro, ella sola no puede. Porque mi mente es una señorita decente, y necesita siempre alguien que le marque el paso, para no perderse.
Y mis ojos asisten tranquilos al encuentro en los espejos con mi nuevo yo,
extraño.
Y puedo pasar 26 horas sin dormir si lo creo necesario, porque mi cuerpo no es de nadie ni es de todos, ya nadie es responsable de devolverlo en buen estado.

Y todo esto gracias (o por culpa) de un Seat Toledo blanco, como hay miles en Madrid.

El último

Huele a lluvia,
me das la mano
y yo salto desde la muralla que rodea mi ciudad.

Entonces me abrazas y yo nunca más cierro los ojos.

Y marzo tiene mar.

nadie sabe cuánto odio los meses de febrero