Monday, January 31, 2011

Yo de mayor quiero vivir en el Océano Pacífico. Pero aún no soy mayor.

Thursday, January 27, 2011

le premier jour du reste de ma vie.

Nelson Mandela

El otro día (quién sabe si ayer) estuve pensando en qué significaba para mí la muerte. Es un tema muy delicado, y en el que afloran en mí todo tipo de sentimientos encontrados y ganas de creer en cualquier dios que me asegure que todo va a estar bien cuando me vaya. Sin embargo, por más que lo intenten los sentimientos, soy incapaz de creer en dios (cualquier dios), ya ves tú qué cosas.

Hace unos días alguien en Twitter tuvo la brillante idea de matar a Nelson Mandela. Quizás fuera eso lo que me llevara a semejante reflexión. Sea cómo fuere, hoy llegan malas noticias desde Johanesburgo, y más allá de la globalización, la inmediatez y la superación del tiempo y el espacio, yo me pregunto qué vamos a hacer cuando nos quedemos definitivamente sin nadie a quien de verdad valga la pena seguir. Ahora mismo sigo a 97 personas, personajes e instituciones en Twitter.

Qué significa morirse. Significa dejar de vivir (he estudiado demografía). Significa dejar de querer, dejar de decir, dejar de hacer. A veces uno estaría mejor muerto, porque así no puede cagarla más. Yo no creo en el cielo o en el infierno. Pero sí creo en los recuerdos. Morirse consiste en dejar de vivir, y quedarte en los recuerdos. Así que, sólo los demás van a decidir si fuiste bueno o malo, si van a recordarte felices, engrandecido, o si van a dedicarse a destruir tu imagen. 

Yo sé que Nelson Mandela, independientemente de si se muere hoy, mañana o dentro de diez años, va a formar parte de muchas memorias, y de eso llamado memoria colectiva, que con la globalización ha superado todas las fronteras. Y lo voy a recordar sonriente y feliz, sabiendo que con suficiente empeño, otro mundo es posible, como fue posible otro Sudáfrica.

Dentro de poco, se cumplirá un año de aquella noche en que fuimos a ver Invictus.

Sunday, January 23, 2011

Creo que Ana Belén cantó una canción ya sobre esto. Y es tan ridículo, que prefiero no añadir nada al respecto.

Friday, January 21, 2011

Algo nos está pasando
ayer apreté el interruptor de encender la luz
y encendí el sol.
Siempre Silvio
Ahora que sabemos que todas las partes de mi cuerpo son hipersensibles,
que nos da lo mismo que lluevan asteroides o corticoides, pero que ojalá que llueva café en el campo. Que ya ha pasado lo peor. Que hoy es el último viernes de una era.


Y estaba escuchando Creep, y entonces me pareció estupendo que tú fueras tan fuckin' special.

Wednesday, January 19, 2011

Os confesaré una cosa: ahora que soy feliz, me da miedo dejar de escribir.

Sunday, January 09, 2011

Y hay que acudir corriendo

Le he preguntado a mi sombra a ver cómo hago, 
para reírme mientras el llanto con voz de templo
rompe en la sala, regando el tiempo
Silvio Rodríguez



Está naciendo un bebé sin nombre. Así como la era estuvo pariendo un corazón, no puede más se muere de dolor.



Está naciendo la hija de Y. Puede que nunca volvamos a oír hablar de ella. Puede que nunca volvamos a hablar de ella. Y no puedo más, me muero de dolor.



Y. y yo lo único que hemos sabido hacer bien en toda nuestra vida, ha sido llevarnos mal. Aplastarnos. Hacernos daño, del de verdad. Pero eso no quiere decir que no fuéramos amigas. He confiado en Y. muchas veces, hasta que me hizo demasiado daño.



Pero hoy ha aparecido. Dando a luz en un hospital de Jaén. ¿Qué hace Y. en Jaén? Eso quizás nunca lo sabremos. Con suerte, me llamarán para decirme que ha pesado 3 kilos 200, nunca sé muy bien lo que tiene que pesar un bebé recién nacido, y que tiene los ojos grandes y el pelo negro.



Luego desaparecerá y será un bebé sin nombre. La hija de Y., creciendo en Jaén, en Granada, en Barcelona, o en Cádiz. En todos los sitios desde donde se reciben llamadas siempre a cobro revertido y a horas intempestivas. 


De todas formas, la hija de Y. no ha nacido un día 6 de un mes sin erre. Ese es un pequeño guiño que nos queda a su madre y a mí, que nunca dejamos oficialmente de ser amigas.

Saturday, January 08, 2011

Postrimerías (O prolegómenos)

No deja de llover. Una ciudad con tejados y jardines bien regados.
Una librería, una oficina de Correos, una marquesina de autobús. Dos amigos borrachos sentados en un portal. Una niña, una chica, una adolescente que mira desde su ventana. Suena una música tranquila.
 -¿Qué? No te estaba escuchando.
-Baja por el periódico y mira a ver si encuentras a tu hermano.
Apaga la música.
-Voy.

Los días de lluvia parecen más sucios que los demás. Cuando en realidad, son todo lo contrario. No tiene calzado impermeable, pero lleva paraguas. Compra el periódico, ve a su hermano sentado en un portal con un amigo, le sonríe ("te vas a cagar cuando subas a casa"), abre el portal, cierra el portal y sube los siete pisos de escaleras del tirón.

- ¿No funcionaba el ascensor?
- No sé.
- ¿Has visto a Marcos?
- No sé. Pero hay dos chicos muy borrachos en el portal de al lado.

Mientras escribía esto, se me ha olvidado que se trataba de una ciudad con tejados. O en todo caso, de un escenario con tejados. Y de repente estaba en Madrid, Metro Bilbao, la sala de tragaperras de toda la vida, los chinos, y las tiendas de ropa cara. De pronto era Fuencarral llena de gente. En mayor parte debido al horario comercial, pero con la ayuda sin duda de un Metro que nunca deja de vomitar gente. Aunque no deje de llover. Si es que está lloviendo.

Wednesday, January 05, 2011

Queridos Reyes Magos:

Sé que no siempre he sido buena. Pero si lo que cuenta es el balance interanual, creo que el saldo de bondad es positivo.

Lo que os (si me permiten tutearlos) quiero pedir, en cualquier caso, no es para beneficio propio. O no sólo (perdonen la osadía pero sigo acentuando sólo, truhán, guión, éste, ése y aquél). Se trata de pedirles por favor que traigan signos visibles de que la teoría del Totalitarismo invertido de Sheldon S. Wolin es una mamarrachada, y no parezca tan verdad como lo que estoy leyendo en su libro Democracia Incorporada, y que está acabando con mi fe en que otro mundo es posible.

Y no dejen por favor nunca de traer toda esta ilusión, que casi casi se puede masticar cuando paseas por la calle y los niños nerviosos y los caramelos. También me encantaría si pudieran hablar con los del Comité de Bienvenida del Ayuntamiento, a ver si el año que viene encuentran una alternativa a los fuegos artificiales, que a mí me asustan y no me agradan demasiado, pero a muchos niños les hace llorar desconsolados.

Yo a cambio me comprometo a seguir siendo igual de buena o más, y a prepararles el tradicional piscolabis en mi salón.
(Mi zapato es la bailarina negra, de cuero brillante)

Monday, January 03, 2011

Diacrítica

A mí me parece que tos, bronquio e inhalador deberían ser palabras esdrújulas.