Por la mañana.
Suena el despertador. Suena el despertador. Suena el despertador. Tiro el despertador al suelo. Suena el despertador. Se enciende la radio en el salón. Atasco en María de Molina, ligera bajada en las temperaturas, lluvias moderadas. Consigo abrir un ojo. Puedo sentir cómo mi párpado lucha con todas sus fuerzas contra una presión que me aplasta sobre el colchón y mantiene mi respiración lenta y profunda. Logro por fin sacar una pierna del edredón, apoyar el pie en el suelo. Ligera a moderada bajada en las temperaturas. Extiendo el brazo y abro la persiana.
El cielo aún es violeta.