Peligro: pistola con silenciador
Y no hubo ruidos de sineras esa noche. Sólo un grito agudo y corto, a su lado. Una voz que llamaba por teléfono, la música de la vecina del quinto y el despertador en el segundo izquierda....deben de ser las cinco. Sus oídos rompieron la barrera del sonido, sus ojos saltaron la valla y una vez más soñó contigo.
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