Asesina en serio.
He ahogado una planta. Lo confieso.
Se arruga pegada a la ventana. Como si las ganas de saltar la consumieran poco a poco pero el miedo siempre la venciera.
He de deciros que los castaños asoman sus hojas marrones y arrugadas a la Puerta de Alcalá. Que el Retiro sigue siendo un privilegio para los pies con ganas de pasear. Aunque sea un paseo anochecido y sólo queden ya matrimonios paseando a su perro y compradores que tratan de atravesar la ciudad sin oír ese ruido tan molesto que producen los neumáticos sobre el asfalto. Tratan por todos los medios de no deslumbrarse con las luces de sirenas rimbombantes.
Porque en Madrid hay tanto ruido, que no te extraña que Joaquín le escribiera una canción.
Y de pronto, he de confesarlo, en medio de este frío disfrazado de calor, me he querido descalzar y caminar sobre la hierba.
Pero me ha vencido el epígrafe de lo socialmente admitido.
Aquí termina el interrogatorio (de ahí lo del flexo justo en los ojos)
Antes de perder el control, desenrédame
1 comment:
Yo, pecadora (Roxana Miranda)
(...) Confieso
que me comí toda la manzana
y que suspiro tres veces
al encenderse la luna
que le mentí a la inocencia
y que golpeé a la ternura.
*********
cuando leí la primera línea de tu entrada se me vino a la memoria de forma inmediata este poema de Roxana Miranda....hoy estuve sentada sobre la hierba. cosa que no debí hacer porque en la noche tendré un poco de tos =P
un besote, cuidate
=*
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