Tuesday, August 29, 2006

echare de menos en septiembre...

regresando al punto de partida. ¿lo ves?... yo iré a visitaros en bicicleta, con los zapatos que siempre regresan a casa y una baguette y un libro (Mar al fondo) en la cesta). La cesta tendrá una margarita creciendo al ritmo de mi pedaleo (digo de tu parpadeo) y no sé si seré La Maga, pero buscaré a Oliveira en una ciudad donde uno pueda vivir como estudiante a los cincuenta. Iré a ver el mar, con el corazón azul entre los dedos, cruzado, para no tener que volver a nadar contracorriente (ni remar en dirección contraria). Mandaré cartas sin consignar el código postal a una puerta D de domingo (o de derecha(s)). No me esforzaré en que los mensajes queden bonitos y procuraré escribir solo consonantes. Seguiré mirando los pies de todos los jóvenes de la ciudad buscando cuadritos y calzado formal...por mucho que luego vaya en zapatillas. trazaré recorridos por las líneas del Metro de Madrid (vuela) para ir a museos, parques y plazas. Sacaré mi pompero de paseo una vez más y sentiré que en realidad no es un problema si ya no soy un niño (Cambiando el nombre de las cosas). Los viernes de cuatro a seis...os echaré tanto de menos (Sí, tanto) que procuraré comerme un helado de chocolate...mirando desde el río los fuegos artificiales.

Sunday, August 27, 2006

En el Hemisferio Sur, ¿Hace frio en verano o es verano en diciembre?

Esa clase de dudas que no dejan dormir, como las palabras en la punta de la lengua, los guiones olvidados o dónde habré dejado el DNI...gracias

Sunday, August 20, 2006

Valladolid Paris: diez minutos de retraso (mas intereses)

Backpacking is the way…. Eso fue lo que aprendí en primero de bachillerato, a soñar despierta con un tren, a coger un tranvía para llegar al instituto, a contagiar a mis amigos ).
Y lo conseguimos no tan tarde…y dormimos en un compartimento estrecho y traqueteante…en el vagón 61, con destino a París y a replantearme si de verdad me hubiera gustado ser intérprete o simplemente quiero hablar idiomas, comunicarme…no comunicar sin más.
Llegábamos tarde para el Jazz de Montmartre, tarde para la ola de calor, para los disturbios callejeros e incendiarios…pero no tarde para la luz gris azulada, para el mimetismo roto por el rosa atardecer o la enredadera en la ventana. No tarde para los empujones con japoneses, para los cafés olé, para buscar boulangeries y supermarchés…no nos resignamos a que fuera tarde para ir a eurodisney … Llegamos cinco minutos tarde al musée d’Orsay (A Degas y la pequeña Bailarina –mi cuento favorito de pequeña-).
A Bruselas llegamos justo a tiempo para saber lo que es el metrotram, para el espectáculo de luz, música y tiempo de la Grand Place, para planear ir a Gante y acabar en Luxemburgo (para ver un país en dos horas y comprar la postal más pija de la historia)…para dormir en el mejor hostel de todos y contagiarnos del espíritu de las guías de viaje (al menos la mitad de nosotros)…llegamos tan a tiempo que no importó que fuera tarde para el Palacio de Bellas Artes.
En Ámsterdam nos acogió una lluvia de final Made in Hollywood, prematura…demasiado prematura…llovió tanto que ni siquiera pudimos guarecernos en La Habitación de van Gogh o los repetitivos bocadillos de salchichón y queso (Backpacking tenía un precio)…
Y Brujas, embrujada en el tiempo, quitándole todo significado a la s campanadas del reloj, con el sonido de los carros de caballos, las encajeras eternas e impasibles, un restaurante español en medio de la calle, la prisa por cerrar a las cinco de la tarde (llegamos tarde a gante, una vez más)…
Y tardar 48 horas desde que abandoné el Hotel hasta que llegué a casa (un tren con tres horas de retraso)…Brujas-Lille-Paris-Portbou-Barcelona-...Zamora

Tuesday, August 15, 2006

Je suis revenue...I guess

Ahora debería ser domingo a las diez y media de la mañana. Entonces podría decir sin miedo que he tardado 47 horas y media, en realidad cuarenta y ocho desde que salí del hotel, en llegar a casa (a alguna casa). Porque mi iPod murió, pero Calamaro sigue sonando.
La gente en la estación tenía demasiada prisa y destruía sus historias con fugaces Hasta luegos y Llama cuando llegues llenos de miedo. Así que decidí construir mi propio mar, con sabor a despedida, del lado de la playa desierta que desde octubre puebla la penúltima página del periódico….y nadie construyó una historia para mí. Metal de número atómico 40, 8 letras….y empezaron a pasar los segundos hacia delante primero, bailando en espiral después.
Sin poder dejar de pensar en despedidas, en sentirme parte de un todo, una ciudad, un ritmo, un grupo (y dejamos a la derecha Notre Damme, cruzando el Sena, y dejamos atrás los tranvías y ciudades embrujadas y encajeras eternas).
Y llegué a casa, sin el ruido acompasado del vagón, sin ganas de llorar, sin que quedaran escaleras que subir. Llegué a una comida sin guarnición de patatas fritas, sin fuerzas para nadar

Sunday, August 06, 2006

la luz de paris

humedad gris azulada y secretos por el
aire.
en paris....