Wednesday, July 04, 2012

Del porqué del decaimiento de este mi blog

Desde que tengo uso de razón, he escrito. Primero escribía oralmente, poesías en el coche, después, escribí algún que otro cuento sobre gallinas. Y después, poesías de un amor prematuro que me imaginaba cómo se debía sentir, y a estas alturas todavía no he sentido.
Los cuadernos que no dejaba leer a nadie, dieron paso a los cuadernos que sí dejaba leer y, después, al blog, tan internacional y abierto.

La que escribe soy yo. No hay trampas ni cartones, y a veces da un poco de miedo o de vergüenza, pero me da el arranque y ya he escrito toda una parrafada.

Hace bastante que esos arranques no me pasan. Yo antes, en verano, iba de campamento y escribía postales a mi madre, a mi abuelo, a quien fuera. Más tarde, en verano, me tumbaba a devorar un libro tras otro, y, como no siempre me gustan los finales, y casi nunca me gusta que se acaben las historias, escribía finales alternativos, o tomaba prestado un personaje de aquí, un paisaje da allá y una sensación de acuyá y los mezclaba.

Ahora, hoy que es 4 de julio, lo que hago, es lo que llevo haciendo todo el año: estudiar.




Estudiar porque es la única forma de llegar a ser lo que quieres ser, lo que siempre has sido, es bonito. Es interesante, es entretenido, a veces es desquiciante porque tú ya eres lo que quieres ser y no entiendes por qué cuesta tanto demostrarlo, pero siempre se acaba siguiendo adelante. Estudiar me está dando muchas herramientas, mucha información con la que construir y argumentar ideas, con las que cambiar las cosas que estoy estudiando para que otro las estudie más tarde. Pero no me deja tiempo para pensar finales alternativos. Y es que, no todo está escrito, la historia no ha terminado. "La historia es nuestra y la hacen los pueblos". Yo quiero ser pueblo.