Sunday, July 29, 2007

tu voz es el viento que rompe las olas



El verano.
El verano que huele a mar.
El verano en la ciudad que se rige por el viento.
El verano de faldas y de libros.
El verano de toallas empapadas.

de cenas con amigos
de pasear hasta las tantas
de cucuruchos y cucharitas de plástico
de volverte a ver
de desempolvar los secretos


que me lleva y me trae
que no paro quieta
que intenta ser el mejor de mi vida
que siempre termina por dibujarse en sonrisas.




*que me voy, pero que vuelvo, que vaivén, que turquesa, que bikini, que chanclas, que transoceánica, que reunir a la familia.

Saturday, July 28, 2007

terremoto

soy incapaz de articular la palabra precisa,
la que me falta,
la que juega en mis labios
y tiembla en mis manos

Friday, July 27, 2007

hablame de por que paris

JULIO CORTÁZAR: CON EL SONIDO Y LA LIBERTAD DEL JAZZ

Manuel Vicent - El País - 27-08-2006
Tenía las piernas demasiado largas para ser ciclista, pero se paseaba por París montado en una bicicleta que había bautizado con el nombre de Aleluya, por aquel París que de buena mañana, con las calles recién regadas, olía a croasán y a pan caliente. Vivía como un estudiante y no era un estudiante; daba la sensación de estar exiliado y no era un exiliado; queda por saber si Julio Cortázar era realmente argentino y no un ser desarraigado, que había convertido la literatura fantástica, el jazz, la pintura de vanguardia, el boxeo y el cine negro en su única patria y París en una metáfora, en una cartografía íntima. Si ser argentino consiste en estar triste y en estar lejos, Julio Cortázar hizo de su parte todo lo posible por responder a ese modelo, que cada lector podía armar y desarmar a su manera.

Había nacido en Bruselas, en 1914, hijo de madre francesa y de un diplomático argentino, agregado comercial de la embajada de su país en Bélgica, que los abandonó al poco tiempo. Pasó la infancia en Banfield, una barriada al sur de la capital porteña, y en la adolescencia una enfermedad le permitió comerse mil libros; luego se graduó de maestro y fue profesor en la universidad de Cuyo, en Mendoza, pero su espíritu refinado acabó por chocar contra lo más grasiento del peronismo. Hubo otros enredos. Por la pasión con una de sus alumnas, Nelly Martín, aquellos burgueses de provincias lo aislaron con un cordón sanitario, y el hecho de que un día se negara en público a besar el anillo del nuncio Serafini acabó por convertirlo en un proscrito. Estaba ya listo para decir adiós a todo aquello. El joven Cortázar conoció a la traductora Aurora Bernárdez, hija de emigrantes gallegos, que sería su primera mujer; en 1951 consiguió una beca del gobierno francés y con ese pretexto se instaló definitivamente en París. Ya había escrito Bestiario, el primer libro de cuentos, ponderado por Borges, que se convertiría en el germen de su fama. Realmente, se sentía muy lejos. Podías imaginarlo sentado en la terraza de cualquier café del Barrio Latino midiendo con la mente la distancia que lo separaba de Buenos Aires, mientras escribía Rayuela, su obra maestra, sin ahorrarse un gramo de melancolía. Tal vez por allí cruzaban los grandes del jazz, de paso por París, que después de una noche de gloria en la sala Pleyel volvían a llenar el depósito de whisky en el mercadillo callejero de la rue de Seine, antes de irse a la cama en el hotel La Louisiane, donde se hospedaban. En esa calle empieza la acción de Rayuela, por allí va Oliveira hasta el arco del Quai de Conti para encontrarse con la Maga. En ese hotel vivieron Sartre y Simone de Beauvoir. Y también Albert Camus y Juliette Greco. Ahora, en su angosto ascensor, unas chicas molonas que soñaban con ser modelos de Yves Saint Laurent se entreveraban con Miles Davis y Charlie Parker, uno con la trompeta y otro con el saxo a cuestas. Amar a Cortázar fue el oficio obligado de toda una generación. En él se reconoció una tribu, que a mitad de los años sesenta había descubierto con sorpresa que en castellano también se podía escribir con la misma libertad con que suena del jazz, rompiendo el principio de causalidad, o de la manera con que Duchamp cambiaba de sitio los objetos cotidianos y los colocaba en un lugar imprevisto para que una mirada nueva los convirtiera en arte. Un argentino con acento francés que arrastraba guturalmente las erres podía ser muy seductor, y si encima usaba gafas de carey negro como Roger Vadim sin necesitarlas, y aún tenía la cara de joven universitario de la Sorbona a los 50 años y el jersey de cuello vuelto le hacía juego con el mechón de pelo que le sombreaba la frente y aparecía en las fotos tocando la trompeta y se comportaba con una ética personal coherente con lo que escribía, no es extraño que produjera estragos entre los lectores libres e imaginativos de entonces. No había ninguna chica que, después de leer Rayuela, no soñara con ser la Maga. Cuando en 1981 Mitterrand le concedió la nacionalidad francesa, en una pared de Buenos Aires apareció esta pintada: "Volvé, Julio, qué te cuesta". Cortázar volvió a Buenos Aires para visitar a su madre muy enferma y se le vio vagar por el aeropuerto de Eceiza como un extraño, sin que nadie hubiera acudido a recibirle. Nunca fue aceptado por ninguna autoridad establecida. Hoy, en el barrio de Palermo de Buenos Aires hay una plazoleta con su nombre, de la que arranca la calle dedicada a Jorge Luis Borges y muy cerca se alarga un paredón donde en la oscuridad se sacrifican los travestis. Conoció otros amores. La lituana Unge Karvelis forzó su divorcio con Aurora y lo concienció políticamente, y a partir de entonces hubo el otro Cortázar: el que bajó de la torre de marfil al barro para comprometerse con las causas perdidas, el que firmaba manifiestos, presidía tribunales contra las tiranías de Videla y de Pinochet, el que amaba a Salvador Allende y el sandinismo de Nicaragua; esta actitud militante, unida a su estética de vanguardia, fue una mezcla explosiva para sus lectores de izquierdas, pero acabó por distanciarlo de algunos viejos amigos y colegas latinoamericanos que antepusieron su ideología a su admiración. Luego su pasión por Carol Dunlop le hizo cabalgar en otros viajes, uno de los cuales fue el que los llevó al más allá. Carol partió primero a causa de la leucemia y dos años después esta misma enfermedad acabó también con el escritor. A medida que envejecía su rostro lampiño iba recobrando las facciones de un niño, con sus mismas piernas interminables. Murió el 12 de febrero de 1984 en el hospital de St Lázare y la gallega Aurora Bernárdez, que había vuelto a su lado, lo acompañó hasta el final durmiendo en una colchoneta en el suelo. Cortázar está enterrado en la misma tumba de Carol, en el cementerio de Montparnasse, y sus fieles, cuando la visitan, cumplen con el rito de dejar sobre la nubecilla grabada en la losa un vaso de vino y un papel con el dibujo de una rayuela, ese juego de los niños en la calle. Sin premios, ni medallas, ni academias, ni ropones severos, se fue al otro mundo sólo con la pasión de sus lectores. En Cortázar amábamos lo que París tenía de libertad y a toda una lista de amores, personajes y lugares secretos, que uno podía confeccionar en un minuto, y también a todas las chicas que pasaban en bicicleta, con la baguette y un libro en la cestilla del manillar y que podían ser la Maga.




*sé que no es normal ver esto en un blog... pero es que hoy todo y todos pujáis por que no pueda borrar este artículo (apátrida) de mi memoria. Todo hoy gira en torno a París... y a vivir como estudiante.


Me han nominado (Danelí) a los Thinking Blogger Awards®
La verdad es que yo no me considero una bloggera muy experta, al menos no tanto como para elegir los mejores blogs de toooooooda la blogsfera... pero sí tengo algunos rincones favoritos, y, como alguien dijo alguna vez, necesarios.

1. Botas de agua, por conseguir dejarme sin palabras, por hacerme recorrer todos mis pasos.

2. La ciudad huele a ropa verde, por estar siempre al alcance de la mano, por las fichas de biblioteca robadas a hurtadillas.

3. Malditos recovecos, por explicarme lo que es una micro, por conseguir arrancar de mí lo más parecido al principio de un relato.

4. Alice ya no vive aquí, por estar al otro lado del espejo. Por tener siempre la palabra que buscaba, por rozar la perfección.

5. La bitácora de Amandine, por no dejar de soñar.

a los bloggers propietarios de los blogs nominados corresponde la difícil tarea de elegir otros cinco... sólo cinco (eso sí que es difícil)

Thursday, July 26, 2007

Meme

Amandine es la responsable de esta entrada.

8 datos para confesar.


1. Me tengo que despertar con música, sino las consecuencias para mí y para los que me rodean, serían desastrosas. Bueno, en realidad tengo que VIVIR con música.

2. Si paso más de un día sola, me invade una autocompasión insoportable.

3. Necesito fruta, mucha fruta. En particular cerezas, fresas y demás frutas pequeñas de las que se pueden comer a puñaos’, menos las uvas, esas no me gustan tanto.

4. El mar. (no hace falta decir más). Bueno, para ser exactos, el Cantábrico, o el Pacífico que baña las costas de Oaxaca.

5. Me encantan los zapatos de charol, es una fijación que arrastro desde la más tierna niñez, y que no parece querer abandonarme.

6. Estudio Políticas con la intención de cambiar el mundo (para algo tenían que servir los Diecinueve, y ¿si no es para soñar, para qué?)

7. El cine. Aunque no sé por qué lo he ido abandonando (creo que la respuesta está en mis bolsillos), siempre he sido, soy y seré una cinéfila empedernida. Siento preferencia por los musicales.

8. realmente me llamo Paz, y no se me ocurre un nombre mejor, la verdad.

Monday, July 23, 2007

Ahi




cuando es difícil asomarse al horizonte. Imposible.




*





[una puesta de sol vacía de gaviotas]

Sunday, July 22, 2007

so much more than everything

no
creo
que
pueda





decir
hacer
escribir
cantar



nada
más.









si cayera, me quedaría flotando

Saturday, July 21, 2007

Lonely sound


Quiero un sueño helado, de vara de avellano.

Apareces detrás de todas las esquinas, mirándote en todos los espejos.
cada vez que anochece regresas, para llevarme a la luna,
que nunca sé si está en cuarto creciente.


Quiero un sueño de menta, para masticarlo.

No te vas calle abajo, nos vamos



Quiero un sueño de cereza...

Atardece y nosotros caminando, sin prisas, sin pausas.


Quiero un sueño de limón.
Y que granice.

Friday, July 20, 2007


Escucho la Polonesa de Chopin. [En estos últimos días estoy tratando de alejarme de Romeo, de Julieta, de Mark y tantos otros]
Te imagino deambulando, desenfocada, sin charcos que pisar, sin un lugar dónde posar tus manos ambidiestras. Sueño que el cielo no está gris, esperando que no se atreva a llenarse de gaviotas, y trato de acercarme a ti sin hacer ruido. Para agarrarte cuando quieras regresar y acompañarte en tus andanzas, no pretendo que deje de doler. Tampoco pretendo que se vaya el amor como si nada. Sólo, que no se te olvide sonreír, sin que haya fotos de por medio.


Y, como siempre, si me necesitas silba. Sabes que siempre paso por aquí.

Thursday, July 19, 2007

primera persona del singular



'soy un mar de curvas y paisajes eléctricos'

Tuesday, July 17, 2007



¿qué diría el locutor ingenioso de nosotros?

Sunday, July 15, 2007

Abril del Norte.

Que no quieres más frío.
De la ciudad del Sur.
Que te encanta, pero te has empachado de encuentros de bufanda, de cafés y fiestas si y sólo sí dentro de casa.

Que quieres aire cálido pero no tanto.
Tú quieres abril del Norte, el que los ladrones roban,
el que deja a los corazones salir del cajón donde se esconden.
Un abril valiente, quiebra inviernos.

Un abril casualidad con momentos de película.

Yo te regalo el que no tuve.

Friday, July 13, 2007

me he propuesto ser tormenta.
de momento sólo llego a relámpago.

Thursday, July 12, 2007

veinte segundos

tic
me coloco la falda
tac
miras el reloj 'no hay tiempo'
tic
miro mis pies 'llevo sandalias'
tac
te diriges a la puerta
tic
'no, no te vayas'
tac
'no, no me puedo ir'
tic
juego con el hielo de la coca-cola
tac
sueltas la puerta
tic
respiro aliviada
tac
evitas mirarme
tic
contengo la risa
tac
buscas una mesa
tic
me toca tirar
tac
sacas un libro
tic
voy al baño
tac
miras por la ventana
tic
suena LA canción
tac
me dirijo a tu mesa
tic
encuentras mis ojos
tac
busco un saludo


Sin tener que decir ni media palabra

Monday, July 09, 2007

tropiezo y caigo sobre.... sobre ti

Si todas las canciones que me dicen que no llore suenan tan a ti.

Nos salva la sequía,
el periodo estival,
el hastío.

Sunday, July 08, 2007

rima en asonante

Arrancaste de mí todas esas palabras
que quedaban bonitas,
y me dejaban vacía.
Y arrastaraste también todos esos silencios
que quedaban tan míos,
y creías vacíos.

Te llevaste enganchadas todas esas miradas
que han quedado perdidas
en mi mar de deriva.


Ahora subes y bajas,
eres la ola en la orilla
arañándome las ganas de nadar.

Saturday, July 07, 2007


sólo 5 minutos más.





http://www1.fotolog.com/pedepaz/27079128

Friday, July 06, 2007


He decidido quedarme soñando un poco más.

Suspensa en este aire cálido y viciado, de olor dulzón y textura ebria.


Plagado de humedades.

Monday, July 02, 2007

viene del 30 de Junio [83]

"Recuerdo con toda claridad el pequeño crujido que hacía al mordisquear el pepino. Las personas, al morirnos, dejamos atrás unos pequeños y extraños recuerdos"
[Haruki Murakami, Tokio Blues]

tu reloj sigue en hora, y a las 22:22 sueña que lo apoyas en la mesita de noche y te ve dormir.

Recuerdo de ti la sonrisa picarona y sincera y la mano en la espalda, dándome apoyo.


Cosas que basta intuir.
Ni ver ni oír.

Sunday, July 01, 2007

O los de viento

Pero aquel día no llegamos tarde.

La puerta de la Escuela aglutinaba a estudiantes, profesores y conserjes entre gritos de histeria y peticiones de calma. En una esquina, Marina gritaba desconsolada. Todos miraban hacia arriba, y en lo alto, se podía distinguir una figura apoyada en el alféizar. No cabía duda, aquél era Julio.
Cuando me di la vuelta, Laura ya no estaba.

Todos mis recuerdos de ese día están teñidos de un halo de olvido.
Sólo el frío en mis nudillos me hacía sentir real, me hacía sentir vivo.