no se olviden de su bolígrafo
No Mario, tú no.
Tú te quedas conmigo,
con el Sur, que existe también, y cada vez se extiende más al Norte. O un Norte que se encoge.
te quedas con los pájaros que no sé reconocer, el estornino, el gorrión.
con la oficina y las cartas; y las palabras usadas pero no gastadas.
Te quedas conmigo en mis palabras.
conmigo y con nosotros.
Con tus libros de cubierta negra, y los cuentos de animales de cuyo nombre no me puedo acordar, pero que seguro me hacen sonreír.
Te quedas porque yo me quedo con ayeres y mañanas. Pero nunca con hoyes. Siempre con hoy.
Te quedas y no me pienso despedir.
No, de ti no.
No, tú no te has ido.
Poeta de amor comprometido. Quién fuera como tú.