El último
Antes los veranos eran el mejor de mi vida.
Ahora no tanto. Ahora las vacaciones están sobrevaloradas, y ya no tengo oportunidad de dejar asignaturas para septiembre.
Siempre ocurre que nunca pasa nada. Que a esta ciudad le faltan calles y le sobran cotilleos. Que los periódicos en agosto son mucho más flacos, pero siempre igual de caros.
El verano sigue siendo para faldas, sigue siendo para libros, y ha seguido siendo para la piscina, y los lagartos.
Creo que un pespunte bastaría para coser mis últimos veranos, con las mismas canciones en el coche. Yo creciendo, queriendo ser unas veces Midori, otras Elizabeth Bennet y finalmente Peter Walsh. Entendiendo perfectamente a Peter Walsh.