Postal
Te iba a decir que la ciudad está preciosa. Que hoy ha salido el sol y hace frío. Que los edificios de los años 30 están en su máximo esplendor y que bajo las rotundas rocas del Románico se intuyen los arcos que sujetan iglesias de una sola nave y tres o cuatro retablos.
Entonces me he acordado de los kilómetros. Y casi hubiera preferido que la ciudad siguiera gris y llena de lluvia.