Saturday, April 14, 2007

Ayudame y te habre ayudado

Me he descubierto pensando en a quién dedicar la entrada de hoy y me he asustado.


Esta enfermedad lo que hace es que intensifica tus emociones. Lo bueno es mil veces mejor y lo malo es horrible. Eres más apasionada.



Me he releido y no me he odiado. Y no sé hasta que punto eso es bueno. Corro el riesgo de crecer. Y matarte. Y lo haré a sangre fría pero con tiro de gracia, no vaya a ser que revivas y me escuezas en las ganas.

Esperaba sentarme y poder llorar todas estas palabras que me anudan, me vacían, me escalofrían, me sonríen, me compadecen, me miran por la ventana. Pero esta es otra sentada de sonrisas y cafés y vasos de agua para después. Y qué si el viento mueve mi pelo porque estoy en la terraza y por fin me atrevo a desafíar a la fuerza de la gravedad.
A lo mejor sólo quise volar.

Pero no encontré en el cajón el pensamiento esperado.

3 comments:

botas de agua said...

leerse y no odiarse... ¿por qué crees que yo escondo tanto sobre mí? Porque nuchas veces odio lo que escribo y me intimida la mirada ajena. Siempre lo he dicho, mi blog son fotos comprometidas de mi cuerpo desnudo, pero nunca verás mi cara. Y así yo tengo la tranquilidad de enseñar lo que me venga en gana porque aunque no me/te guste, nunca sabrás que es mío.
Segura de crecer y matar??? si es a sangre fría, deberías estar segura... pero me da algo de pánico. Be carefull y sobre todo sin dolor.
(¿te sonrojas? me gusta)

amandine said...

mmm, niña, conozco esa sensación y esa enfermedad.
Lleva tiempo reconocerse, en los espejos, en las palabras propias y ajenas, en los gestos y las risas, en las lágrimas y los besos.
Porque es mirarse para adentro y eso lleva una dosis muy alta de aceptación de la propia verdad. Es complicado engañarse a uno mismo demasiado tiempo.
Yo ya he asesinado a sangre fría y bocajarro a alguien en mi vida.
Y fue tan duro que ahora, 15 años después intento rescatar algo de lo lindo que me enseñó, para dejarme de odiar por ello.

Duele demasiado; no te lo recomiendo...
un beso, pequeñina, y un sueño de reconciliación.

Alice ya no vive aquí said...

Nunca es fácil enfrentrarse a uno mismo. Verse, deshacerse y construirse. Y siempre vuelta a empezar...