Monday, May 14, 2007

easy come, easy go... will you let me go?



La realidad está ahí fuera. De mí, de ti, de la ventana. Y sucede que me canso, me canso de caminar sin saber muy bien a dónde. De no saber por dónde sopla el viento y de los signos de interrogación.
little high, little low
No tengo reloj, así que nunca sabré cuál será mi hora. Me mirarán los transeúntes por la calle.
"Joven con paso decidido muere de juventud" rezarán todos los diarios locales. Y no sabré qué opine Durkheim al respecto, porque ni integrada, ni apartada, ni llena, ni vacía. Es más bien todo lo contrario.


Entonces el rock me salva el alma. Y lo llena todo de ruido y saltos. Y me gusta gritar con la ventana abierta y la puerta cerrada.

¿El viento? El viento que me dé de cara.










*nota: este es un post de escaso valor literario, lo sé. Pero gran valor musical. Porque mis tardes de estudio saben mejor con Mercury haciendo de las suyas

2 comments:

DANI said...

Y de gran valor emocional, no te olvides.

Besos a gritos

Tristancio said...

En fin, yo ya no moriré de juventud y ni un puto diario informará de la existencia que sigue después que no morí.

Hay vidas, a las que la muerte se le parece...

Me alegro que hayas encontrado una tabla-rock-salvavidas... Buscaré yo la mía entre mis discos, aunque sea para llegar a la orilla del día.

Un abrazo, pequeña.