El día era gris al mirar por la ventana.
las aceras seguían manchadas con la misma mierda de todas las mañanas,
y algún que otro chicle como novedad en el decorado.
El personaje secundario de la gabardina seguía teniendo problemas de comunicación con su asistenta y la narradora sintió un escalofrío al pensar que tal vez se tratara de su mujer.
El vagabundo dormía en su banco, con los zapatos cuidadosamente colocados a sus pies.
Just an ordinary day.
Hasta que de pronto hacía bueno,
y tuvo que sonreír.
Friday, January 18, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
Y esto, en cualquier lugar del mundo (aquí o allá, o aquí y allá)
Afortunadamente, se puede sonreír.
Beso
claro.
siempre.
cuando sale el sol, nos sale la sonrisa.
¿se considera hipocresía?
*
¿dónde has dicho que hay helado para enero? (:
qué bien, con lo que me gusta a mí el olor que dejan las mandarinas en mis manos cuando desparecen.
Post a Comment