Pasar inadvertido
Vives envuelto en el color de las aceras.
En el ruido de los coches día y noche pasando por mi calle.
Vives entre el gris pálido de las nubes, en la humedad de los charcos de lluvia.
Eres el pan, vino y postre del menú del día.
El chico que coge siempre el bus a las 9:27 en la parada de Guzmán el Bueno, con pantalón vaquero y mochila oscura.
Los jubilados del parque, de jersey vino burdeos.
No eres ni el primer cerezo florecido ni la última hoja del otoño.
Pero todo lo demás.
1 comment:
no somos nadie
ayer se murió una cabra
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