Saturday, January 08, 2011

Postrimerías (O prolegómenos)

No deja de llover. Una ciudad con tejados y jardines bien regados.
Una librería, una oficina de Correos, una marquesina de autobús. Dos amigos borrachos sentados en un portal. Una niña, una chica, una adolescente que mira desde su ventana. Suena una música tranquila.
 -¿Qué? No te estaba escuchando.
-Baja por el periódico y mira a ver si encuentras a tu hermano.
Apaga la música.
-Voy.

Los días de lluvia parecen más sucios que los demás. Cuando en realidad, son todo lo contrario. No tiene calzado impermeable, pero lleva paraguas. Compra el periódico, ve a su hermano sentado en un portal con un amigo, le sonríe ("te vas a cagar cuando subas a casa"), abre el portal, cierra el portal y sube los siete pisos de escaleras del tirón.

- ¿No funcionaba el ascensor?
- No sé.
- ¿Has visto a Marcos?
- No sé. Pero hay dos chicos muy borrachos en el portal de al lado.

Mientras escribía esto, se me ha olvidado que se trataba de una ciudad con tejados. O en todo caso, de un escenario con tejados. Y de repente estaba en Madrid, Metro Bilbao, la sala de tragaperras de toda la vida, los chinos, y las tiendas de ropa cara. De pronto era Fuencarral llena de gente. En mayor parte debido al horario comercial, pero con la ayuda sin duda de un Metro que nunca deja de vomitar gente. Aunque no deje de llover. Si es que está lloviendo.

1 comment:

DANI said...

Tus escenarios están vivos, niña adolescente :)

Besos alocados