Sunday, May 08, 2011

Decrecimiento


A mí me educaron en la creencia de que otro mundo es posible. Me enseñaron que para evalúar cómo van las cosas es siempre mejor una visión de conjunto y a largo plazo. No sé si es mejor o peor, pero es lo que siento. Lo que pienso cuando veo y leo las noticias, y me entran ganas de llorar, de gritar y me enrabieto durante horas pensando posibles soluciones. Esto normalmente no es fuente de otra cosa que frustraciones, pero ayer fue diferente.

A veces sienta bien saber que hay una salida de este callejón en el que parecemos inmersos, bombardeados con cifras de crecimiento y angustias, y filas de parados en la cola del INEM y familiares y amigos que te dicen que ya es hora de que hagas algo de provecho, y empresas que solicitan tus servicios al mejor de los precios: ninguno. Cero grados, ni frío ni calor.

Ayer, además de otras múltiples cosas que me ayudaron a sentirme útil, coherente y contenta, que me sorprendieron y sobrecogieron, que hicieron que pusiera en práctica varios de los conocimientos que he ido adquiriendo a lo largo de los años, fui a una conferencia de Carlos Taibo.

Carlos Taibo es profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid y es una razón para envidiar a los que allí estudian Derecho y Ciencias Políticas, algo a lo que yo me engué tan rotundamente en su momento. Es una de esas personas que sabes que enseña por vocación, que no lo puede evitar. Una de esas personas que tiene la virtud de conseguir que a las 16.00 de la tarde de un día en que te mueres de alergia, y quizás de sueño, te mantengas despierta y atenta. Porque nada de lo que dice tiene desperdicio. Puede que lo repita en muchos lugares y momentos. Pero hay discursos que merece la pena repetir.

El capitalismo está podrido. Quien no se haya querido dar cuenta, quizás está sólo engañándose a sí mismo. Si para dar puestos de trabajo necesitamos producir bombas de racimo, o construir casas que luego estarán vacías en lo alto de una preciosa montaña, a la que sólo se puede acceder en coche, a través de una autopista, nuestro sistema económico está podrido. Si para ser Europeos y occidentales tenemos que privatizar la Sanidad y la Educación, porque si no los Mercados van a castigarnos, nuestro sistema político está podrido.

La propuesta del decrecimiento no es algo descabellado y violento. Se trata de cambiar el rumbo del sistema, contando con nuevos sectores, tratando a las personas como lo que son, personas, y contando con que los recursos son agotables, y existen generaciones futuras que tienen derecho a vivir en un ecosistema que no los aniquile. Se trata de encontrar otros indicadores alternativos al PIB, de poner el acento en los servicios sociales desatendidos y la preservación del Medio Ambiente, se trata de tener vidas para vivirlas, y no para ganar dinero. Y a mí todo eso, no puede sino hacerme sonreír.


'En defensa del decrecimiento' Carlos Taibo from miciudadreal_es on Vimeo.
El vídeo es de hace un año. Pero el mensaje es el mismo.

1 comment:

Beauséant said...

el problema es cómo hacemos eso, ¿cómo cambiar algo si los que deben iniciar el cambio viven de que las cosas se mantengan en ese orden?

qué nos queda, ¿la violencia?, ¿la desobediencia civil?, ¿romperlo todo con la esperanza de que de las ruinas de Roma aparezca un nuevo imperio?

quizás no haya otra manera, ¿estamos dispuestos a asumir ese precio?