Perroflauta y otros apelativos cariñosos

Mucho se ha argumentado en torno a la legitimidad del 15-M diciendo que "no sólo son perroflautas". Sé de buena tinta y de primera mano si hace falta lo complicada que resulta la convivencia con tal colectivo. Sé que son capaces de desesperar a cualquiera con su dejadez. Pero en ningún momento se me ocurriría arrebatarles su condición de personas, que viven en esta sociedad y tienen derecho a quejarse de lo que les parece mal, y ese derecho se mantiene si lo hacen pacíficamente, respetuosamente, y limpiamente.

He podido escuchar en los medios de comunicación frases que inducen a pensar que si el 15-M sólo fuera un grupo de perroflautas, sería legítima la actuación de los Mossos d'Esquadra, por ejemplo. Y quiero decir desde aquí que, si bien estoy de acuerdo en que la principal riqueza del 15-M es precisamente la capacidad de aglutinar a gentes de distinto origen y condición, para mí, la actuación de los Mossos d'Esquadra no cabe en un Estado Democrático y de Derecho, como dice la Constitución que es el nuestro. Contra ningún colectivo. Contra ningún individuo.