Thursday, November 17, 2011

Pedagogía Política

(O el porqué de la necesidad de una asignatura como Educación para la Ciudadanía).

Hay elecciones en España este domingo (mis estadísticas dicen que tengo lectores indonesios, así que por si acaso). Son elecciones generales, en las que se elige Parlamento.

El Parlamento Español es bicameral: tenemos Congreso de los Diputados (cámara baja) y Senado (cámara alta de carácter territorial). Y como es bicameral, vamos a tener que emitir dos votos, en dos sobres distintos de colores distintos. Blanco para el Congreso de los Diputados, Sepia para el Senado (hablo del color del papel). Pero además de en el color, se diferencian en más cosas.

En el Congreso, los españoles elegimos partido. No elegimos diputados, los diputados los colocan los partidos en las listas en el orden que ellos quieren.

En el Senado, elegimos senadores. Podemos elegir a quien queramos de las listas que los partidos presentan. Incluso podemos elegir personas de partidos distintos. Podríamos incluso elegir un senador de Falange y otro de Izquierda Anticapitalista. Nada nos lo impide.


Como veis, nada digo de Gobierno. No elegimos Gobierno, mucho menos Presidente. Al votar al PP no votamos a Rajoy, al votar al PSOE no votamos a Rubalcaba. Votamos la lista de nuestra provincia. Y después, el Parlamento, elegirá el Presidente, por mayoría absoluta en primera consulta, por mayoría simple en la segunda.

Corresponde a Su Majestad El Rey el proponer un Presidente al Parlamento, previa consulta con los distintos grupos parlamentarios.

Os lo cuento simplemente porque últimamente, se me hacen preguntas que me asustan y ya que el sistema no es óptimo, me gustaría que lo usáramos lo mejor posible.

La siguiente cuestión es la de los votos:

En el reparto de escaños, se tienen en cuenta sólo los votos válidos. Que son los votos emitidos a partidos, y los votos en blanco. Esto implica que se suman al total de votos, y como los partidos tienen que alcanzar el 3% para que se les puedan repartir escaños, los votos en blanco dificultan el acceso al reparto de los partidos minoritarios. Así que si votáis en blanco, en realidad estáis dejando vuestro voto a la mayoría. Si lo que queréis es que el voto en blanco cuente, os recomiendo busquéis en vuestra provincia la candidatura de Ciudadanos en Blanco, cuya propuesta es dejar los escaños que saquen, (que no creo que sean muchos), vacíos.

Con los votos nulos, pasa otra cosa, pero con resultado parecido. El voto nulo no cuenta en el reparto de escaños, pero el efecto es que con menos votos se tiene más proporción de votos válidos, así que vuelve a beneficiar a los mayoritarios.


Por lo demás nada más. Votad lo que queráis, no votéis si no queréis, pero sabed lo que significa para el sistema vuestro comportamiento electoral.

1 comment:

Beauséant said...

Como decían en un periódico (creo que inglés) tenemos una democracia joven pero se nos ha hecho vieja. Todo en las diferentes leyes electorales lleva al bipartidismo, a cerrar puertas y que los de siempre puedan seguir viviendo del cuento.

Del senado mejor no hablar, han tenido casi más votos en blanco que votos reales...

País.