Quieres que te quiera más.
Si por algún casual, al regresar a casa me encuentras a oscuras con la manta en el sofá y la música encendida. Si la música llora, llora como a tantos nos gustaría reír, ni se te ocurra rozarme. No te molestes en hablarme y no enciendas la luz, porque no estoy aquí.
Estoy en mitad del terremoto.
y a veces no quiero ordenar los recuerdos.