Thursday, June 28, 2007

From me to you

Y me inventaré todas las mejillas que necesites. Las que quieras.
Y afilaré el blanco reluciente de lo socialmente admitido por sonrisa.
Pero no me exijas, no me pidas, que no te salpique al volver la cara.

Una y mil noches me dormiré con cuentos para no destruir la ciudad.
Una y mil noches buscaré la oscuridad anhelada por el amante.


Y saltaré todos los muros que haga falta. Los que mandes.
Y aguantaré la mirada amable del saludo.
Pero no me exijas, no me pidas que no tropiece y caiga sobre ti.



Una y mil noches.
Incluso más.

3 comments:

Tristancio said...

Sabes...
El frío se ha tornado criminal. Hasta yo, si no lo sintiera, no podría imaginarlo.

Y no puedo darme el lujo de tropezar; mucho menos de caer
porque caería al vacío de la noche.

Benditos los que pueden caer en las noches heladas...

Alice ya no vive aquí said...

Nada como dejar las cosas transparentes, sobre todo cuando están ahí, en las palmas de las manos...

botas de agua said...

por qué no caer, mil y una noches, incluso más, sobre quien consigue debordar tu sonrisa de blanco y metamorfosearte en crecientes mejillas...