Thursday, November 18, 2010

Torrencial

En la lluvia, Somosaguas tiene un aire a Lovaina.
Pero todavía hay hojas en los árboles.

Cuando llueve, me agarro a tazas calientes.
Y deposito las bolsitas de mis tés en el cenicero.
Voy a empezar a llamarlo tetero.

Y no, no voy a coger el teléfono.
No voy a oír el teléfono.

2 comments:

DANI said...

La típica sordera de invierno.

Bienvenida al frio ;))

Besos cogelados

Patricia said...

No lo cojas, yo ayer lo cogí y...


Tecú.