Sunday, January 09, 2011

Y hay que acudir corriendo

Le he preguntado a mi sombra a ver cómo hago, 
para reírme mientras el llanto con voz de templo
rompe en la sala, regando el tiempo
Silvio Rodríguez



Está naciendo un bebé sin nombre. Así como la era estuvo pariendo un corazón, no puede más se muere de dolor.



Está naciendo la hija de Y. Puede que nunca volvamos a oír hablar de ella. Puede que nunca volvamos a hablar de ella. Y no puedo más, me muero de dolor.



Y. y yo lo único que hemos sabido hacer bien en toda nuestra vida, ha sido llevarnos mal. Aplastarnos. Hacernos daño, del de verdad. Pero eso no quiere decir que no fuéramos amigas. He confiado en Y. muchas veces, hasta que me hizo demasiado daño.



Pero hoy ha aparecido. Dando a luz en un hospital de Jaén. ¿Qué hace Y. en Jaén? Eso quizás nunca lo sabremos. Con suerte, me llamarán para decirme que ha pesado 3 kilos 200, nunca sé muy bien lo que tiene que pesar un bebé recién nacido, y que tiene los ojos grandes y el pelo negro.



Luego desaparecerá y será un bebé sin nombre. La hija de Y., creciendo en Jaén, en Granada, en Barcelona, o en Cádiz. En todos los sitios desde donde se reciben llamadas siempre a cobro revertido y a horas intempestivas. 


De todas formas, la hija de Y. no ha nacido un día 6 de un mes sin erre. Ese es un pequeño guiño que nos queda a su madre y a mí, que nunca dejamos oficialmente de ser amigas.

2 comments:

DANI said...

Algunos amigos son como el Guadiana ;)

Besos enromes

Beauséant said...

gente que entra y sale de nuestras vidas, a veces por cobardía, otras un mal entendido, y sin embargo, seguimos pendientes de sus pasos sin atrevernos a reconocerlo...