Las palabras que tenía guardadas
Lágrimas lánguidas y sin embargo lúcidas
pueblan los recovecos
de esta catástrofe.
El vendaval de silencio
entre onírico y tétrico
de repertorio paupérrimo.
Se va yendo el público
se queda el incendio
de un quehacer pretérito
que quiso ser futuro.
Y yo acurrucada
deshaciendo entresijos
hilvanando los pétalos
de una guirnalda
de la que queda el abismo.
1 comment:
un quehacer pretérito que quiso ser futuro.. vaya, me has recordado todas las cosas que quise hacer y no pude (o no quise)
ains
Post a Comment