Friday, November 25, 2011

Las palabras que tenía guardadas


Lágrimas lánguidas y sin embargo lúcidas
pueblan los recovecos
de esta catástrofe.

El vendaval de silencio
entre onírico y tétrico
de repertorio paupérrimo.

Se va yendo el público
se queda el incendio
de un quehacer pretérito
que quiso ser futuro.

Y yo acurrucada
deshaciendo entresijos
hilvanando los pétalos
de una guirnalda
de la que queda el abismo.

1 comment:

Beauséant said...

un quehacer pretérito que quiso ser futuro.. vaya, me has recordado todas las cosas que quise hacer y no pude (o no quise)

ains