aunque no sea cierto
"- ¿Un amor perfecto?
- ¡No, hombre! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo. Vuelves jadeando y me lo ofreces. 'Toma, Midori. Tu pastel de fresa', me dices. Y yo te suelto: '¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo!'. Y lo arrojo por la ventana. eso es lo que yo quiero.
[…]
-Sí. Y yo quiero que mi novio me diga lo siguiente: 'Ha sido culpa mía. Tendría que haber supuesto que se te quitarían las ganas de comer pastel de fresa. Soy un estúpido. Iré a comprarte otra cosa para que me perdones. ¿Qué te apetece? ¿Mousse de chocolate? ¿Tarta de queso?'. "
Watnabe tiene razón.